Yo pienso que en la mitologia griega hay mitos que son bonitos y acaban bien pero también otros que acaban mal. En algunas leyendas los personajes demostraron una devoción extrema hacia sus respectivos enamorados y accionaron con pasión (y también con irreflexión) en pos de ese amor. He escogido estas, concretamente, porque he pensado que eran especialmente románticas y bonitas:
Odiseo y Penélope: En este mito de amor se destaca el don de la fidelidad, personificada en la esposa de Odiseo, Penélope, quien esperó veinte años el regreso de su marido de la Guerra de Troya, demostrando un amor fidedigno y admirable por dónde se lo vea. A pesar de que el conflicto con los troyanos duró diez largos años, Odiseo vagó otro tanto por mares y tierras, condenado a no poder regresar a su patria por el dios Poseidón. Aun cuando la mayoría de los habitantes de Ítaca daban por muerto a su rey, su esposa mantuvo la esperanza de volver a verlo con vida hasta el último instante y fue recompensada por los dioses con el retorno, sano y salvo, de Odiseo. Resulta que era tradición en Grecia que una vez muerto un esposo, varios pretendientes reclamaran a la viuda que eligiese un nuevo marido, por lo que muchos hombres, creyendo a Odiseo muerto, se instalaron en el palacio real para que Penélope seleccionara a uno de ellos. Pero la reina, rehusándose a cumplir con la costumbre y descreyendo de la expiración del rey, calmó a los pretendientes diciéndoles que elegiría nuevo esposo una vez que termine de hilar un lienzo destinado a la probable muerte de Laertes, padre de Odiseo. Sin embargo, para evitar su promesa, Penélope tejía a la vista de todos durante el día y deshacía su trabajo, en la intimidad, por la noche. Finalmente, Odiseo regresó, mató a todos los salvajes pretendientes y se unió nuevamente a su esposa, cuyo amor prevaleció a pesar de esos veinte años de ausencia de su marido.
Perseo y Andrómeda: Luego de matar a la Medusa (el monstruo femenino con pelos de serpiente que convertía en piedra a aquel que la mirara a los ojos) y de cercenarle la cabeza, Perseo se dirigía a entregársela a Polidectes, que en su afán de deshacerse del héroe para raptar a su madre Dánae lo había mandado a buscar dicho “trofeo”, creyendo que moriría en el intento. Efectivamente, en su camino de regreso, Perseo pasó por Etiopía y vio cómo la princesa Andrómeda estaba encadenada a una roca para ser devorada por un monstruo marino. Esto se debía a que la madre de Andrómeda había dicho que su hija era más bella que las diosas y las deidades, por lo que los dioses decidieron castigar su osadía con el sacrificio de su hija. De esta manera, Perseo se enamoró instantáneamente de la princesa y decidió salvarla para hacerla su esposa, con lo que heroicamente se acercó a las fauces del monstruo y le mostró la cabeza de la Medusa, con lo que todo su cuerpo fue transformándose paulatinamente en piedra. De este modo, Perseo rescató a Andrómeda y pudo consumar su amor.
Pero también ha mitos que no acaban precismanete bien como:
Orfeo y Eurídice: Orfeo era el músico más famoso y talentoso de la Antigua Grecia y, cuando su esposa Eurídice falleció, ensayó melodías tan prodigiosas como tristes y apesadumbradas, que hicieron llorar a ninfas y dioses, quienes le aconsejaron que bajara al Hades a recuperar a su amada. Envalentonado y dispuesto a resucitar a Eurídice, el célebre músico bajó a los infiernos y con su lira adormeció primero al can Cerbero, el perro de tres fauces que custodiaba el Inframundo, y luego apaciguó los oscuros corazones de Hades y su esposa Perséfone para que le permitiesen rescatar a su mujer. Sin embargo, le pusieron una condición: para lograr la vuelta al mundo de los vivos de Eurídice, él debía caminar delante de su amada y no mirar hacia atrás para corroborar que ella le seguía. Así fue como, uno detrás del otro, intentaron salir del Hades. Sin embargo, luego de un largo trayecto, Orfeo no toleró su curiosidad y miró hacia atrás para ver si Hades lo había engañado y Eurídice no estaba detrás de él. En ese instante, al quebrar el pacto, la doncella fue arrebatada por el dios del Inframundo, perdiendo Orfeo a su amada para siempre.
Pienso que soalmente en los casos de amor no corespondido y en otros casos expecionales , el amor no perdura, per creo que lo que se hace, se hace por amor, aunque a veces no se lo correcto, per Sí el amor en la mitologia griega "siempre" acaba bien.
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